Hay vínculos que marcan nuestra vida bien porque han estado presentes siempre, como es el caso de la familia de origen (padre, madre, hermanos/as...) o bien porque son relaciones familiares que hemos construido como adultos (pareja, hijos/as…). Otras veces se trata de relaciones que forman parte importante de nuestra vida actual (amistades, compañeros de trabajo…) y desde ahí nos afectan.

Desde el amor que tenemos a estos vínculos, sufrimos enormemente cuando la relación no es fluida y está llena de problemas, diferencias, falta de comunicación, falta de empatía,  resentimientos y daño. Todo ello impide que pueda darse una relación saludable y satisfactoria con esa persona a la que al mismo tiempo apreciamos mucho.

Este trabajo está dirigido a que puedas mirar la relación que tú elijas desde un lugar diferente al habitual, con el objetivo de comprender más profundamente la situación y encontrar nuevas salidas a los problemas concretos que están afectando a la misma. Al mismo tiempo este proceso te permitirá observar y trabajar las emociones que te impiden relacionarte con esa persona de la manera que deseas y te ayudará a estar más en paz, con más consciencia, serenidad y límites.

Sal de tu zona de confort y ven a trabajar esa relación familiar, de pareja, de amistad o laboral que quieres cambiar. Recuerda que una relación siempre es cosa de dos pero es posible que ésta se transforme a partir de tu evolución personal.